sábado, 27 de diciembre de 2014

¿Encontrará fe?

“Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra”? Es una frase evangélica (Lc. 18,8) y sirve como examen de conciencia para todos nosotros en estos últimos días de Adviento. Pues de nosotros depende si Jesucristo encuentre fe o no cuando vuelve.
Ahora nos preparamos para celebrar la Navidad y podemos agradecerle a Dios que ya vino al mundo hace 2,000 años. Pero Jesús quiere re-crear a Belén cada año en nuestros corazones. ¿Encontrará fe? Él nos vino a salvar. Fue concebido por obra del Espíritu Santo en el vientre de la Santísima Virgen. Nueve meses creció en la panza de María. Nació en Belén en un establo o una cueva donde los animales buscaban refugio del frío y del viento. Cuando María y José iban en Belén buscando posada, nadie se les abría. ¿Usted qué hará esta Navidad cuando tocan la puerta de su corazón?
¿Qué va a hacer la noche del 24? Me imagino que muchos irán a misa. El 24, debemos acercarnos a comulgar con mucha pureza en nuestros corazones. Luego tendrán una cena navideña en familia. ¡Qué hermoso! ¿Y después? He escuchado de muchos jóvenes que quieren ir a una fiesta loca en un hotel. A mí no me cuadra. Pues yo quiero pasar la noche del 24 con familiares y amigos, pero preparándome para celebrar el nacimiento de Jesús el 25. Ir a misa y comulgar el 24, solo para perder la gracia de Dios por un pecado mortal en una fiesta y vivir el 25 muerto a la gracia se me hace una gran incoherencia. Es como escupir a la cara del Niño Dios. Y no me puedo imaginar hacer una cosa así.
Si tuviéramos un poco más de fe, veríamos la fiesta de Navidad como una oportunidad sobre todo de contemplar el misterio del Nacimiento de Jesús. Nuestras vidas son demasiado ajetreadas y generalmente no podemos hacer tiempo para contemplar el misterio. Esta Navidad, regálese tiempo para contemplar la maravilla que Dios vino al mundo para estar con nosotros.  Así irá creciendo en la fe y cuando llega Jesús encontrará esta fe en su corazón.
Muchas veces pensamos en la Navidad como un tiempo de familia. Y es importante. Pero mucho más importante es que es un tiempo para Dios. Si en Navidad no encuentro tiempo para Dios, parece que es alguien que tiene bien poca importancia en mi vida.

¿Encontrará fe en la tierra? Depende de mí. Yo viviré esta Navidad, buscando vivir en pureza y responder con mi fe y oración al grandísimo don de Dios, que es su Hijo amado quien ha bajado a la tierra para vivir entre nosotros. Yo viviré esta Navidad buscando a Jesús, quien es la razón de todas las celebraciones. ¿Encontrará fe? En mí, sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario